"Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás." René Descartes.

viernes, 1 de mayo de 2015

Discurso de graduación IES Joan Miró 2014

¿Cómo puede ser una luz a la vez oscura y blanca? Esta paradoja es la que divisamos los alumnos de segundo de bachillerato al final de nuestro túnel. Al final de este curso lleno de interminables horas plagadas de apuntes, libros, ejercicios, trabajos y proyectos…hay un nuevo futuro que a la vez que nos da miedo, nos ilusiona. Es ilusión lo que nos empuja a estudiar por fin lo que queremos, a seguir formándonos como personas y a seguir aprendiendo.

Echando la vista atrás es imposible no recordar aquel lejano primer día en el que cruzamos la verja roja que separa el mundo exterior de esta pequeña ciudad que se ha convertido durante todos estos años en nuestro segundo hogar. Por aquel entonces éramos más bien “mochilas con patas” e íbamos de un edificio a otro sin saber muy bien qué esperar de cada clase. Aquí no solo hemos aprendido historia, lengua, física, latín o economía…hemos aprendido a hacer amigos, a respetar a los demás, a trabajar en grupo y a luchar por los objetivos que queríamos conseguir.

Pero no hemos llegado hasta este momento con las manos vacías. Han sido varios años de duro esfuerzo, de noches en vela, estrés, agobio… pero han sido al mismo tiempo unos años maravillosos en los que se nos ha dado la oportunidad de vivir muchísimas experiencias que no han hecho sino enriquecernos por dentro. Las excursiones culturales, la semana del ritmo, las actividades, los grupos de teatro y mediación, aquel maravilloso carnaval… (Que por cierto ganamos), los claveles que inundaron el instituto el día de San Valentín, los intercambios a Francia, a Alemania, la excursión a Teruel, el viaje de fin de curso a Barcelona… Todo esto y mucho más es lo que nos hemos llevado de estos seis años de instituto.

Todos estos pequeños retos que hemos ido superando día a día no habrían sido posibles sin la ayuda de unas personas muy especiales que nos han acompañado desde aquel septiembre de 2008 hasta hoy: los profesores. Profesores que no solo han sido profesores, que han sido amigos, compañeros de fatigas, maestros, tutores. Profesores que también tienen sueño los lunes por la mañana y que también quieren irse a su casa los viernes a última. Profesores que han reído e incluso llorado con nosotros y profesores a los que (no sabemos muy bien cómo) todavía les queda paciencia para seguir dando clase. Gracias, es lo único que podemos deciros a aquellos que habéis estado con nosotros en todo momento, que habéis traspasado la barrera de la autoridad y nos habéis tendido la mano, que nos habéis ofrecido vuestro consejo y vuestro apoyo. Gracias por eso, y sobre todo, por todos y cada uno de los pedacitos de conocimiento que nos habéis aportado durante todos estos años.

 El hecho de estar acabando segundo de bachillerato, nuestra etapa en el instituto y todo lo que eso conlleva nos hace preguntarnos ¿y ahora qué? Esa pregunta que se ha posado en nuestras mentes desde el inicio de este curso, que ha sido a la vez maravilloso y agotador, es inevitable. Después de estudiar aquí durante seis años, no solo hemos atesorado recuerdos, anécdotas…y algo de conocimiento. También hemos adquirido una rutina, nos hemos acostumbrado a los mismos horarios, las mismas caras, los mismos sitios, tanto que nos hemos instalado en una especie de comodidad donde apenas hay imprevistos. Ahora… ¿ahora qué?


Se abre ante nosotros una nueva etapa, una página en blanco, un lugar donde continuar escribiendo nuestra historia, un sitio donde poder convertirnos por fin en las personas que siempre hemos soñado ser. Por fin hoy podemos decir, que el final del camino, es también el principio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario